La apitoxina es el veneno que contine las picaduras de las abejas. La abejas obreras son las que su organismo produce este tipo de veneno y cuando necesitan protegerse lo inoculan a través de su aguijón.
Y aunque su picadura puede ser mortal para otras especies, para las personas es peligrosa solo si tiene alergía a alguno de sus componentes.
De hecho, el veneno de abeja es un remedio natural que se ha utilizado durante siglos para tratar una variedad de dolencias.
El veneno de la abeja contiene una serie de compuestos, incluidos melitina y apamina, que se ha descubierto que tienen propiedades antiinflamatorias.
El veneno de abeja además contiene péptidos que se cree que ayudan a estimular la producción de colágeno en las células de la piel humana, lo que puede ayudar a reducir las arrugas y otros signos del envejecimiento.